Los áridos básicamente están formados por gravilla, con partículas de unos tamaños que pueden oscilar entre unos pocos milímetros y alrededor de 4 ó 5 centímetros. El tamaño más adecuado de estas partículas dependerá del uso que vayamos a dar al hormigón. La función de los áridos es dar resistencia al conjunto.
En ocasiones se preparan hormigones más ligeros sustituyendo la gravilla por rocas volcánicas trituradas, lo que se conoce como puzolana. Estos hormigones son mejores aislantes que los tradicionales, pero también son menos resistentes. Recordemos que precisamente es esa la función de los áridos.
Si bien lo habitual es que el hormigón se prepare en una hormigonera, si la cantidad no es muy grande podemos lanzarnos a prepararlo de forma manual sobre un suelo lo más limpio posible. Eso sí, no va a ser un trabajo ligero.
-En primer lugar dejamos la gravilla, los áridos, en el suelo, y sobre ella añadimos la cantidad de arena que sea necesario. Seguidamente se añade el cemento, la cal, o la mezcla de ambos.
-Mezclamos los componentes de la pila sin añadir agua hasta conseguir un resultado lo más uniforme posible.
-Abrimos un hueco en la parte de arriba del montón y añadimos agua poco a poco. Seguidamente empujamos con una pala las paredes del hueco que hemos abierto de forma que caigan hacia adentro, sobre el agua.
-Mezclamos el conjunto con la pala hasta conseguir una mezcla firme y de consistencia. Si es necesario podemos añadir algo más de agua durante el proceso.
-Al igual que el mortero, una vez preparada la mezcla de hormigón debemos usarla lo antes posible. A ser posible antes de una hora.
Las proporciones de los diferentes componentes varían bastante en función de la aplicación, pero por dar un ejemplo para unos cimientos podemos encontrarnos con números parecidos a los siguientes: 250 kilos de cemento, 600 litros de arena, y 600 litros de gravilla gruesa.
En cualquier caso el hormigón es un elemento que realmente es mucho más cómodo que lo encarguemos ya preparado dados los grandes volúmenes que se suelen utilizar. La mayoría de empresas especializadas en la venta de materiales para la construcción ofrecen este servicio. Basta indicar el volumen de hormigón que necesitaremos, y en la fecha prevista nos harán llegar un camión hormigonera hasta el lugar donde vayamos a necesitarlo. La mezcla del hormigón se hará en la propia hormigonera durante el trayecto de forma que nos llegará recién preparado.
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